La lonja de Laxe se caracteriza por la venta de pescados y mariscos procedentes de la denominada pesca costera artesanal, lo que garantiza que sus productos sean de máxima calidad, ya que se son capturados con artes selectivas que permanecen muy poco tiempo en el mar.

Una vez que el pescado llega a la lonja, se procede a su clasificación por especies y tamaños, al pesaje de cada lote y posterior etiquetado con el fin de dotar al producto de toda la información necesaria para que el cliente pueda tener en todo momento conocimiento de su procedencia. Una vez finalizado este proceso se deposita en las instalaciones de la lonja a la espera de que se inicie la subasta.

La Cofradía de Pescadores de Laxe como máxima responsable de la lonja de Laxe realiza periódicamente controles de calidad con el fin de detectar cualquier tipo de incidencia que pueda afectar al proceso de comercialización, pero la lonja de Laxe no sólo está sometida a controles internos, ya que de manera regular se realizan inspecciones de control por parte del Servicio de Guardacostas de la Xunta de Galicia y el Servicio de Protección de la naturaleza, en lo que se refiere a tipo de especies, vedas y tamaños; por el Servicio de Salud Pública, controles de las condiciones higienico-sanitarias, etc.

En el interior de la lonja se encuentran instalados unos viveros de marisco que se utilizan para mantenerlo vivo desde su llegada a la lonja hasta el momento de la subasta, lo que nos permite conservar el producto en las mejores condiciones posibles hasta que se le entrega al cliente.

La garantía de calidad que ofrecen los pescados y mariscos que se venden diariamente en la lonja de Laxe, nos permite año tras año ser la lonja de referencia en la venta de productos frescos en la Costa da Morte.